El 9 de mayo de 2021, la ISACOM declaró pública y oficialmente el apoyo a la campaña de “colocar banderas saharauis en la azotea”. A partir de ese momento, la violencia de las fuerzas marroquíes hacia las mujeres saharauis en diferentes ciudades (El Aaiún, Smara…) que seguían esta campaña iniciada por Sultana, se incrementó (violaciones con palos, torturas, aplicación con productos químicos, saqueo y destrozo de viviendas, corte de todo tipo de suministros, ratas en las viviendas, amenazas a los vecinos…).
El caso de Sultana Jaya ejemplifica la represión del ocupante marroquí contra las y los activistas saharauis de los territorios ocupados, especialmente desde la rotura del alto el fuego, centrada de forma clara contra los miembros de ISACOM, pero que afecta a otros defensores de los derechos humanos y nacionales saharauis.